martes, 4 de marzo de 2014

Descartes, 2012, pregunta 3

3-. REDACCIÓN: la duda metódica en la filosofía y en la moral cartesiana. (5 puntos).
La duda metódica cartesiana consiste en la aplicación del método de Descartes para poder alcanzar una verdad universal y fundamental que sirva de base del conocimiento y de la realidad. Esta duda metódica se expone en la IV parte de “El discurso del método” y es posterior a la moral provisional cartesiana. Para entender la duda metódica cabe preguntarse cuestiones como: ¿qué proceso sigue en la duda metódica?, ¿qué consecuencias tendrá?, ¿qué relación tiene con la moral?... A continuación expondré el proceso metódico de duda que sigue Descartes, los problemas y soluciones que produce y su relación con la moral provisional del Discurso III.

La duda metódica surge como forma de rebatir el escepticismo y poder hallar una verdad evidente en la que fundamentar su filosofía. Para conseguirlo, Descartes se pone en la piel del escéptico y duda de todo conocimiento adquirido hasta la fecha. De esta forma, y siguiendo el criterio de verdad, podrá descartar todas las ideas que presenten duda y quedarse únicamente con las claras y distintas e incapaces de ser sujeto de discusión con los escépticos.

En primer lugar, duda del conocimiento sensible, aquel que proviene de la experiencia y por la actuación de los sentidos. Los sentidos me engañan muchas veces y por lo tanto no hay nada que me lleva a pensar que no lo hagan siempre y por tanto son dudosos. Con este argumento demuestra que no nos podemos fiar de la apariencia de lo que percibimos por medio de los sentidos. Por otra parte, como no podemos distinguir la vigilia del sueño, no nos podemos fiar de la existencia de lo percibido sensorialmente. En segundo lugar, duda sobre el conocimiento inteligible (matemáticas y geometría) Este, en un principio, parece ser verdadero pues es exacto y supera la prueba del sueño, sin embargo surge el problema de la duda hiperbólica, por la que un genio maligno nos engañaría haciéndonos creer que este conocimiento es verdadero cuando no lo es. Esta duda causada por el Dios engañador es poco probable pero posible y en consecuencia dudamos, por tanto debe ser descartada. Finalmente, se da cuenta que está dudando y que por consiguiente esta pensando. Por medio de la intuición percibe que entre pensamiento y existencia hay una relación necesaria y que por tanto concluye que como él piensa, existe. Se trata del YO, el sujeto pensante, puro pensamiento. A raíz de esto surge el problema del solipsismo, el cual busca contrargumentar por medio de la existencia de la realidad extramental.

Seguidamente, comienza la fase deductiva por la que busca clasificar los conocimientos en tipos de idea y estas se construyen de la siguiente manera: ideas adventicias, facticias e innatas. Las ideas adventicias provienen de los sentidos, por tanto no puedo fiarme de ellas. Las ideas facticias provienen de la propia imaginación y por tanto, tampoco son fiables. Finalmente, se encuentra con las ideas innatas , que son propias de la naturaleza del hombre. Estas deben de haber sido puestas en nosotros por un ser superior. A partir de estas ideas, busca la demostración de la existencia de Dios y consiguientemente la demostración de la realidad extramental para salir, de esta forma, del solipsismo.

La relación existente entre la duda metódica y la moral de Descartes es muy simple y puede explicarse de manera temporal. Descartes desarrolla una moral provisional puesto que es necesaria para evitar la inactividad. Yo puedo dudar de todo, suspender mi juicio pero no puedo paralizar el obrar, por lo tanto esta moral responde al objetivo de servir de guía en el comportamiento de manera provisional hasta que termine con la duda metódica y pueda hallar la verdad y certeza y así desarrollar una moral definitiva. Pero en este terreno nada tiene que hacer la duda metódica puesto que no es posible dejar de obrar ni dejarlo para después, como reconoce el mismo Descartes al comienzo del texto. Señalar asimismo que, en “El discurso del método” la moral se localiza en el capítulo III mientras que la duda metódica en el IV, y podemos decir así que la precede. De esta forma se concluye que la moral provisional será vigente hasta el momento en que Descartes desarrolle una nueva basada en la verdad.

En conclusión, la duda metódica es una parte fundamental de la filosofía de Descartes pues implica el descubrimiento de la primera verdad, a través de la cual desarrollará el conocimiento y podrá demostrar la realidad extramental. Pero esa misma duda metódica no se aplica a la moral puesto que el mismo Descartes rechaza la duda en el actuar: no actuar es pecar de omisión, caer ciertamente en la pereza pues siempre hay que hacer alguna cosa. Recordar asimismo que esa moral la escribe Descartes con carácter provisional, aunque nunca llegó a desarrollar la definitiva.


Descartes al querer indagar la verdad, vio necesario rechazar como absolutamente falso todo aquello que le presentara la menor duda, quería tener la creencia de que fuera indudable. Se dio cuenta que en la moral también buscaba lo mismo, una verdad indudable para poder actuar siempre correctamente, pero también se dio cuenta de que la moral no se puede retrasar, es decir, siempre estas actuando, aunque parezca que no haces nada. Por tanto se vio en la obligación de construir una moral provisional (lo puso reflejado en una metáfora que dice que antes de derrumbar toda tu casa para hacerla perfecta te tienes que proveer de un pequeño habitáculo para poder vivir mientras tanto). La diferencia entre las dos era que la razón, y la búsqueda de la verdad si podía esperar, así que para encontrar la verdad usa la duda metódica, no se conforma con nada que no sea absolutamente verdadero. Pero para la moral que su fin también era la verdad, de manera provisional se conforma con los acontecimientos actuales para más adelante utilizar la duda metódica y así encontrar la verdad.

Entonces, la duda metódica se convierte en la base de la filosofía para encontrar la verdad. Está duda aparentemente escéptica duda de todo, de los sentidos, del razonamiento, de las matemáticas porque podría existir un Dios engañador, básicamente duda de todo lo que había entrado en su espíritu hasta el momento. Por lo tanto se dio cuenta de que estaba pensando y que existía. Ahora Descartes sabía que él como ser pensante existía, y se encontraba en el solipsismo, pero después al demostrar la existencia de Dios sale de él. En resumen Descartes utiliza la duda metódica para encontrar una verdad clara y distinta para que la base de su filosofía sea fuerte, y de ahí deducir las otras verdades. Así que lo que consigue Descartes con la duda es el principio de su filosofía, y así, ninguno podría dudar ni debatir sobre su filosofía.

Por otra parte, Descartes también quiere buscar la verdad en la moral como se ha reflejado anteriormente, pero necesita de la moral provisional sin utilizar la duda metódica para seguir viviendo, actuando hasta encontrarla. Esta moral es básica, se trata de no resaltar mucho, vivir lo más felizmente posible mientras te dedicas a razonar y a buscar la verdad. Descartes para esta moral provisional afirma que hay tres o cuatro máximas. La primera máxima era actuar conforme a las leyes de estado, tomarlas como buenas, y tomar la religión en la que habías sido instruido de pequeño. Afirma que siempre es mejor seguir la moderación, alejarse de los extremos porque en el caso de que te equivoques es más fácil rectificar. La segunda máxima era seguir las acciones que realizas como indudables como indudables, porque tú lo que tienes que hacer ante una situación es actuar con lo que sabes, lo mejor posible, así que nunca te podrás arrepentir, porque si has actuado lo mejor posible y no lo has conseguido es que era imposible. En este punto también he introducido la tercera máxima. La cuarta era cultivar la razón mientras aplicas la moral provisional, y te cultivas en la razón para encontrar la verdad, y para esto posteriormente se utilizara el método.

En conclusión, toda su filosofía se basaba en el método pero en la moral era necesario una moral provisional antes de aplicar este, por lo cual, Descartes creo la moral provisional y más tarde quería aplicar el método a la moral pero al final no lo hizo.


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