Cuatro
consejos previos:
-
Debes conocer el tipo de examen que vas a hacer (prueba objetiva,
ejercicio práctico, problemas, etc.) y los criterios y gustos del
profesor.
-
Confía en ti mismo, en tus conocimientos y capacidades.
-
Ve al examen descansado y lo más relajado posible, no estudies
excesivas horas el día anterior, duerme y come bien.
-
No intentes repasar en los minutos previos al examen, en todo caso si
fuese necesario consulta los esquemas (para las ideas) o los
subrayados (para datos concretos y fórmulas).
¿Cómo
estudiar un examen?
Lo importante es no intentar memorizar todo de una vez (el día
anterior al examen), la mejor forma de estudiar un examen es hacerlo
en varios días. Cada día se estudian unos temas y se repasan los
esquemas de los temas anteriores y el día anterior al examen se
reserva únicamente para repasar.
El primer día de preparación del examen (varios días antes de la
víspera del examen) distribuiremos los temas, días y horas de
estudio, procurando dejarnos el día antes del examen solo para el
repaso de todos los temas y el primer día de estudio de cada tema
para resolver dudas, buscar ayudas, completar ejercicios, etc.
siempre con anterioridad al día del examen.
Todos los temas han de estar subrayados y han de tener su esquema o
resumen así podremos hacer los repasos de forma rápida y eficaz.
Revisa los ejercicios hechos en clase, no te contentes con estudiar
sólo el libro o los apuntes, también tienes que contar con tu
libreta, con las actividades de clase.
Busca alguna idea, concepto, dato no explicado en clase para ponerlo
en tu examen. Consulta la enciclopedia u otro libro si puedes. Eso te
ayudará a subir la nota. (El dato no tiene que ser rebuscado o
complejo de entender, solamente algo no comentado en clase)
Llegó
el examen, ¿cómo hacerlo?
Comienza leyendo detenidamente todas las preguntas para conocer lo
que se te pide (si es una prueba objetiva al mismo tiempo que lees ve
contestando, pero sin detenerte en las preguntas que tengas dudas, ya
las responderás al final).
Distribuye tu tiempo entre las preguntas a contestar.
Empieza por las preguntas que mejor te sepas.
Es bueno hacerse un esquema previo de la respuesta.
Se claro, preciso y metódico en tu exposición. No divagues o te
extiendas en exceso, si sobra tiempo puedes volver sobre alguna
pregunta para extenderte más.
Presenta un examen limpio, con márgenes, con letra clara, sin
tachones, bien distribuido y espaciado, etc.
Deja mucho espacio entre pregunta y pregunta, así podrás volver a
ampliarlas si lo necesitas.
Antes de entregar el examen revísalo. Procura no dejar tachones.
Comprueba que todas tus hojas llevan tu nombre.
Si se trata de una prueba objetiva, pregunta si los errores
descuentan puntos. Presta atención al redactado de la pregunta, a
veces puede llevarte a error.
Si se trata de pruebas orales, recuerda que tu presencia y gestos
cuentan; habla despacio, procura no utilizar frases hechas, expón
tus ideas de forma ordenada y lógica (hazte un esquema previo, que
tenga una introducción, un desarrollo y una conclusión), realiza
una síntesis final de lo que has expuesto, muéstrate seguro y
distendido.
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