La lengua no es la realidad, sino una representación de la realidad. Cuando contamos que hay un concurso de belleza en el que participan veinte jóvenes, todos pensamos en en veinte mujeres a pesar de que no hay marca de género en el mensaje. Pero si digo que cuatro bomberos apagaron el fuego, todos dan por contado que son hombre. Esto ocurre por la influencia de la realidad en la percepción de las palabras que la representan.
En nuestro lenguaje la mujer se ve siempre en un segundo plano, debemos utilizar un lenguaje más inclusivo.
Otros usos relacionadas con el lenguaje pueden ser:
Cuando una mujer está enfadada o tiene mal día: Le falta un buen polvo, pene, está en esos días
Si salen com muchos hombres: es una fresca, ligera,
Cuando una mujer rechaza tener sexo con un hombre: es lesbiana, es frígida, calientabraguetas
Si una mujer no es abierta sexualmente, es una estrecha, pero sí es muy abierta es una zorra
Y por supuesto la diferencia entre palabras como zorra y zorro.
Nuestro lenguaje es un reflejo social, un reflejo de una sociedad patriarcal
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