martes, 22 de enero de 2013

COMENTARIO DE DESCARTES DUDA y MORAL, SEPTIEMBRE 2012 me2


No sé si debo hablaros de las primeras meditaciones que hice allí, pues son tan metafísicas y tan fuera de lo común, que quizá no gusten a todo el mundo (30).
Sin embargo, para que se pueda apreciar si los fundamentos que he tomado son bastante firmes, me veo en cierta manera obligado a decir algo de esas reflexiones. Tiempo ha que había advertido que, en lo tocante a las costumbres, es a veces necesario seguir opiniones que sabemos muy inciertas, como si fueran indudables, y esto se ha dicho ya en la parte anterior; pero, deseando yo en esta ocasión ocuparme tan sólo de indagar la verdad, pensé que debía hacer lo contrario y rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de ver si, después de hecho esto, no quedaría en mi creencia algo que fuera enteramente indudable. Así, puesto que los sentidos nos engañan, a las veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal y como ellos nos la presentan en la imaginación; y puesto que hay hombres que yerran al razonar, aun acerca de los más simples asuntos de geometría, y cometen paralogismos, juzgué que yo estaba tan expuesto al error como otro cualquiera, y rechacé como falsas todas las razones que anteriormente había tenido por demostrativas; y, en fin, considerando que todos los pensamientos que nos vienen estando despiertos pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que ninguno entonces sea verdadero, resolví fingir que todas las cosas, que hasta entonces habían entrado en mi espíritu, no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad: «yo pienso, luego soy», era tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando. DESCARTES. DISCURSO DEL MÉTODO. PARTE IV

1ª. Sintetiza las ideas del texto mostrando en tu resumen la estructura argumentativa o expositiva desarrollada por el autor.
Este texto constituye un fragmento de la cuarta parte de “El discurso del Método” y hace referencia principalmente a la duda metódica, así como el proceso que sigue en esta y la consecuencia última de dicho proceso.

Se trata de un texto argumentativo puesto que podemos encontrar en él tres argumentos de la filosofía cartesiana y entre ellos, el más importante, el punto de partida por el cual podrá construir el edificio del conocimiento, el famoso “Cogito ergo sum”. Estos argumentos son:

El primer argumento pertenece a la segunda máxima de la moral provisional de Descartes. Se puede localizar en las líneas 4 y 5. Afirma que es necesario mantenerse firme y resuelto en las decisiones que tomemos y en las opiniones que sigamos, aunque dudemos de su certeza.

El segundo argumento se trata de la duda metódica, a través de la cual Descartes rechazará las distintas formas del conocimiento, la sensible y la inteligible, con el objetivo de llegar a una primera verdad indudable que sea punto de partida de su filosofía. Esta duda es un instrumento para rebatir así el escepticismo, llegando a la primera verdad fundamental.

El tercer argumento es punto de partida de todo el conocimiento verdadero. Se trata del famoso “Pienso, luego existo” por el que Descartes descubre por intuición que el pensar es consecuencia y relación de existir, y como él duda, él piensa y por tanto concluye que él existe. De esta forma ha llegado a la primera verdad, que se presenta como evidente (clara y distinta).

Tras haber analizado los distintos argumentos podemos dar paso a la estructura formal del texto. El texto puede dividirse así en 3 partes diferenciadas en referencia a los 3 argumentos previamente explicados.

1ª parte: (hasta la línea 5). Podemos nombrarla como la introducción al carácter metafísico del texto y da pie al primer argumento, la segunda máxima de la moral provisional. A partir de esto, comienza la duda metódica ya que ahora busca alcanzar la verdad y no simplemente salir de la parálisis de la inactividad.

2ª parte: (hasta la línea 15). Hace referencia a la duda metódica explicada anteriormente, es decir el proceso por el que rechaza las distintas formas de conocimiento para quedarse únicamente con un principio indudable, EL YO.

3ª parte: (hasta el final del texto). Consiste en el descubrimiento de la primera verdad, el “Cogito”, y a partir de la cual desarrollará toda su filosofía. Constituye la primera verdad universal y se presenta como evidente, es decir, clara y distinta.

En conclusión, es un texto argumentativo y se divide en tres partes correspondientes a cada argumento y trata de la duda metódica, clave para la filosofía cartesiana.

2-. Define el término “verdad” y “creencia” partiendo de la información ofrecida por el texto y completándola con los conocimientos que tengas de la filosofía del autor. (2 puntos).

El término “verdad” se localiza en las líneas 6 y 16 mientras que el de “creencia” únicamente en la 8. Ambos son fundamentales en la filosofía cartesiana y están muy interrelacionados.

-“VERDAD”: con este término Descartes hace referencia al objetivo del método y de la filosofía. Al indagar sobre la verdad, busca el conocimiento que se presenta como indudable y de forma evidente, es decir de forma clara y distinta. Este es el criterio de verdad de Descartes a partir del cual evolucionará en el conocimiento hasta la demostración de la realidad extramental. El proceso que seguirá para llegar hasta la verdad primero es el de la duda metódica, por la que rechaza las formas del conocimiento que presenten me presenten dudas, llegando así al “cogito ergo sum”. A partir de la relación entre verdad y realidad podrá demostrar la existencia del mundo. El método podemos decir que es la herramienta indispensable para alcanzar la verdad.

- “CREENCIA”: es el tipo de conocimiento en un grado mucho menor que el de la certeza. Las creencias pueden ser verdad o no. Cuando lo sean se trataran de certezas mientras que cuando se presenten como dudas deben ser rechazadas (por la duda metódica) por la posibilidad de falsedad en ellas. Con la duda metódica, Descartes analiza todos los elementos de su creencia que ha adquirido hasta la fecha y descartará todo lo dudoso para quedarse con lo claro y lo distinto, esto es, lo evidente.

La interrelación que existe entre los dos términos es clara. La creencia, en un primer estado de plena subjetividad, puede ser verdadera o no. A través del criterio de verdad, presente en el método y aplicado en la duda metódica, sabremos cuales de esas creencias son verdad al ser evidentes y así tomarlas como base del conocimiento.

3-. REDACCIÓN: la duda metódica en la filosofía y en la moral cartesiana. (5 puntos).

La duda metódica cartesiana consiste en la aplicación del método de Descartes para poder alcanzar una verdad universal y fundamental que sirva de base del conocimiento y de la realidad. Esta duda metódica se expone en la IV parte de “El discurso del método” y es posterior a la moral provisional cartesiana. Para entender la duda metódica cabe preguntarse cuestiones como: ¿qué proceso sigue en la duda metódica?, ¿qué consecuencias tendrá?, ¿qué relación tiene con la moral?... A continuación expondré el proceso metódico de duda que sigue Descartes, los problemas y soluciones que produce y su relación con la moral provisional del Discurso III.

La duda metódica surge como forma de rebatir el escepticismo y poder hayar una verdad evidente en la que fundamentar su filosofía. Para conseguirlo, Descartes se pone en la piel del escéptico y duda de todo conocimiento adquirido hasta la fecha. De esta forma, y siguiendo el criterio de verdad, podrá descartar todas las ideas que presenten duda y quedarse únicamente con las claras y distintas e incapaces de ser sujeto de discusión con los escépticos.

En primer lugar, duda del conocimiento sensible, aquel que proviene de la experiencia y por la actuación de los sentidos. Los sentidos me engañan muchas veces y por lo tanto no hay nada que me lleva a pensar que no lo hagan siempre y por tanto son dudosos. Con este argumento demuestra que no nos podemos fiar de la apariencia de lo que percibimos por medio de los sentidos. Por otra parte, como no podemos distinguir la vigilia del sueño, no nos podemos fiar de la existencia de lo percibido sensorialmente. En segundo lugar, duda sobre el conocimiento inteligible (matemáticas y geometría) Este, en un principio, parece ser verdadero pues es exacto y supera la prueba del sueño, sin embargo surge el problema de la duda hiperbólica, por la que un genio maligno nos engañaría haciéndonos creer que este conocimiento es verdadero cuando no lo es. Esta duda causada por el Dios engañador es poco probable pero posible y en consecuencia dudamos, por tanto debe ser descartada. Finalmente, se da cuenta que está dudando y que por consiguiente esta pensando. Por medio de la intuición percibe que entre pensamiento y existencia hay una relación necesaria y que por tanto concluye que como él piensa, existe. Se trata del YO, el sujeto pensante, puro pensamiento. A raíz de esto surge el problema del solipsismo, el cual busca contrargumentar por medio de la existencia de la realidad extramental.

Seguidamente, comienza la fase deductiva por la que busca clasificar los conocimientos en tipos de idea y estas se construyen de la siguiente manera: ideas adventicias, facticias e innatas. Las ideas adventicias provienen de los sentidos, por tanto no puedo fiarme de ellas. Las ideas facticias provienen de la propia imaginación y por tanto, tampoco son fiables. Finalmente, se encuentra con las ideas innatas , que son propias de la naturaleza del hombre. Estas deben de haber sido puestas en nosotros por un ser superior. A partir de estas ideas, busca la demostración de la existencia de Dios y consiguientemente la demostración de la realidad extramental para salir, de esta forma, del solipsismo.

La relación existente entre la duda metódica y la moral de Descartes es muy simple y puede explicarse de manera temporal. Descartes desarrolla una moral provisional puesto que es necesaria para evitar la inactividad. Yo puedo dudar de todo, suspender mi juicio pero no puedo paralizar el obrar, por lo tanto esta moral responde al objetivo de servir de guía en el comportamiento de manera provisional hasta que termine con la duda metódica y pueda hallar la verdad y certeza y así desarrollar una moral definitiva. Pero en este terreno nada tiene que hacer la duda metódica puesto que no es posible dejar de obrar ni dejarlo para después, como reconoce el mismo Descartes al comienzo del texto. Señalar asimismo que, en “El discurso del método” la moral se localiza en el capítulo III mientras que la duda metódica en el IV, y podemos decir así que la precede. De esta forma se concluye que la moral provisional será vigente hasta el momento en que Descartes desarrolle una nueva basada en la verdad.

En conclusión, la duda metódica es una parte fundamental de la filosofía de Descartes pues implica el descubrimiento de la primera verdad, a través de la cual desarrollará el conocimiento y podrá demostrar la realidad extramental. Pero esa misma duda metódica no se aplica a la moral. Una moral con carácter provisional, aunque Descartes nunca llegó a desarrollar la definitiva.
4-. Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que juzgues importante en alguno de estos sentidos: por su relación con otros filósofos, con hechos históricos relevantes o con rasgos significativos del mundo contemporáneo. (1 punto).

DESCARTES EN CONTRAPOSICIÓN AL EMPIRISMO.

El Racionalismo y el Empirismo son dos corrientes filosóficas nacidas entre el siglo XVII y XVIII en Europa. El Empirismo se desarrolló principalmente en las islas británicas mientras que el Racionalismo en Europa continental. Sus diferencias radican en lo fundamental y ambas se centran en la epistemología.

En primer lugar, el Racionalismo nace con Descartes y tiene también como grandes exponentes a Leibniz y Spinoza. Se fundamenta en que el conocimiento parte del razonamiento y la desconfianza total en los sentidos. Utilizan el modelo analítico-deductivo de las matemáticas y creen en las ideas innatas, como base de su filosofía. Critican el empirismo en cuanto que no es vivible puesto que lleva a un escepticismo destacado y que su base se contradice pues por los sentidos no se puede conocer que los sentidos son el único medio fiable para alcanzar la verdad.

Por otra parte, el empirismo nace con Hume y es desarrollado por filósofos como Locke y Berkeley. Se fundamenta en el conocimiento sensible, es decir a partir de la experiencia y rechaza la razón como forma de conocimiento debido a que se basa en la imaginación y en la especulación en el vacío. Descartan por completo las ideas innatas y es tomado principalmente de la física, es decir, el modelo inductivo, de lo particular a lo general.

En conclusión, el empirismo y el racionalismo se relacionan en sus objetivos epistemológicos, especialmente en la creación de métodos para las ciencias y para la filosofía. Sin embargo se diferencian en lo fundamental, la base de su conocimiento que radica en completas diferencias en sus procesos metodológicos para alcanzar la verdad.
Exámenes resueltos por alumnos. SEPTIEMBRE DE 2012







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