LA
CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL:
EL
REINADO DE ISABEL II (1833-1868)
Introducción:
las bases del liberalismo español
A partir de la Ilustración y de la influencia de la Revolución
Francesa, el liberalismo tuvo su primera implantación en España
durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), tanto desde el
lado afrancesado, como desde las Cortes de Cádiz por la mayor parte
de los dirigentes del bando sublevado.
El liberalismo fue desalojado del poder por el absolutismo de Fernando VII en 1814 y de nuevo implantado durante el Trienio Constitucional (1820-1823) tras el golpe militar de Riego. La resistencia popular al liberalismo se había manifestado ya en la Guerra contra la Convención (1793-1795), durante la Guerra de la Independencia por la mayor parte de los sectores populares y en la sublevación de los realistas durante el Trienio Constitucional en 1822-1823 motivada por sus ideas tradicionales (religiosas, patrióticas y monárquicas).
El liberalismo fue desalojado del poder por el absolutismo de Fernando VII en 1814 y de nuevo implantado durante el Trienio Constitucional (1820-1823) tras el golpe militar de Riego. La resistencia popular al liberalismo se había manifestado ya en la Guerra contra la Convención (1793-1795), durante la Guerra de la Independencia por la mayor parte de los sectores populares y en la sublevación de los realistas durante el Trienio Constitucional en 1822-1823 motivada por sus ideas tradicionales (religiosas, patrióticas y monárquicas).
De su cuarto matrimonio con Mª Cristina de Borbón, Fernando VII
había tenido por fin descendencia (las infantas Isabel, en 1830, y
Mª Luisa Fernanda, en 1832), aunque esto no bastaba para apartar a
Don Carlos de la sucesión al trono, ni por tanto para eliminar la
posibilidad de que el sistema tradicional fuera reinstaurado,
mientras siguiese en vigor la ley sucesoria de 1713, que daba
prioridad a la sucesión masculina, aunque fuese de parentesco más
lejano.
Manipulación sucesoria (1830): el gobierno absolutista de Fernando
VII anuncia que el rey ha firmado y promulgado el cambio de la Ley de
Sucesión sin convocar a las Cortes, mediante la Pragmática Sanción.
Entre 1833 y 1868 se produjo en España la implantación del
liberalismo, dando paso a una monarquía constitucional y
parlamentaria, se transformo la propiedad feudal en privada y
capitalista y se asentó la libertad de contratación, de industria y
de comercio. Aparece una nueva clase dirigente, la burguesía agraria
que llegó a controlar el sistema político y estableció un orden
jurídico y económico que hizo posible el desarrollo del
capitalismo.
El desenlace de los Sucesos de la Granja es que el rey otorga plenos
poderes a la reina, y que ésta, de acuerdo con el gobierno
absolutista, llega al pacto con los liberales, que apoyan esa
decisión sucesoria, la más absolutista del rey más absolutista,
porque les proporciona la clara posibilidad de llegar al poder y de
establecer el liberalismo desde arriba. Este es el pacto entre el
Trono y la Revolución, que traerá la implantación del
liberalismo, y que es de esta época de Fernando VII. La expresión
repetida tópicamente de "la alianza del Altar y del Trono",
expresa también en cierto sentido la realidad: en el sentido de que
algunos eclesiásticos, a veces numerosos e importantes, pactan con
el poder especialmente cuando es revolucionario.
1. La
oposición al sistema liberal: la primera guerra carlista
(1833-39).
1.1
Tradicionalismo frente a Liberalismo
El tradicionalismo: englobó a la nobleza rural, el clero y
una base social campesina de las zonas rurales del País Vasco,
Navarra y parte de Cataluña, Aragón y Valencia. La mayoría eran
pequeños propietarios empobrecidos y artesanos arruinados. Temían
la supresión de las formulas del Antiguo régimen y la implantación
de la uniformidad y de la igualdad jurídica. Bajo el lema “Dios,
Patria y fueros” defendían la legitimidad de la monarquía
absoluta, la preeminencia de la Iglesia Católica y de la
conservación de un sistema foral particularista.
Constituido por las ideas tradicionales, religiosas, patrióticas y
monárquicas, defendidas por los realistas, que se basan en que el
funcionamiento correcto del Estado y de la sociedad sólo se
consigue, si se actúa según la moral, y que esto sólo es posible
acatando la autoridad moral de la Iglesia y aceptando sus demás
medios sobrenaturales y no sólo proclamando de palabra la
confesionalidad, pero sin obrar en consecuencia.
La tradición es la transmisión de lo seleccionado como bueno, que será mejorado con aportaciones que sean buenas y no simplemente nuevas, sino mejoras que requieren creatividad, evolución y desarrollo de lo bueno recibido para ser comunicado y transmitido. Las ideas tradicionales son formuladas ahora por los carlistas en su triple lema, Dios, patria, rey, más adelante explicitado como Dios, patria, fueros y rey. (Esto es un ejemplo de la creatividad constitutiva de la tradición).
La tradición es la transmisión de lo seleccionado como bueno, que será mejorado con aportaciones que sean buenas y no simplemente nuevas, sino mejoras que requieren creatividad, evolución y desarrollo de lo bueno recibido para ser comunicado y transmitido. Las ideas tradicionales son formuladas ahora por los carlistas en su triple lema, Dios, patria, rey, más adelante explicitado como Dios, patria, fueros y rey. (Esto es un ejemplo de la creatividad constitutiva de la tradición).
El
liberalismo: Mª Cristina contó con los absolutistas, fieles
a Fernando VII, que se mantuvieron al lado de su hija. La Regente
pactó con el liberalismo moderado, partidario del transito al
sistema liberal sin sacudidas derivadas de una revolución popular.
La Regente se vio obligada a acceder a las reformas más progresistas
que agrupaban a la base popular de las ciudades y a las clases medas
ilustradas.
- Libertad absoluta con las normas éticas del propio individuo: La creencia y proclamación de la libertad absoluta proclama la libertad basada en las normas éticas del propio individuo (sólo se aceptan las normas morales que cada uno quiera aceptar).
- Pueblo Soberano o Soberanía Nacional: es el principio número uno del liberalismo en lo ideológico.
- Parlamentarismo: es su principio número uno en lo político: sustituye el poder absoluto del monarca por el poder absoluto del parlamento,
- separación de poderes eclipsada por el parlamentarismo y por el sistema de partidos: La doctrina de la separación de poderes, que sirve para la llegada al poder de los liberales en la primera fase, derribando la monarquía absoluta,
quedará eclipsada por el parlamentarismo y el sistema de partidos, sustituyendo el absolutismo monárquico por el absolutismo del partido que tiene la mayoría en el Parlamento y que, desde el Parlamento, controla los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, diferenciados ya sólo de nombre. Pero ya en la fase inicial, aunque le deja al rey el poder ejecutivo, la figura del rey se declara irresponsable, el rey no puede hacer nada sin la firma de un ministro, que es el responsable. Y la fórmula del monarquismo liberal es "el rey reina, pero no gobierna". - nacionalismo: centralismo, El nacionalismo surge de la doctrina del Pueblo Soberano o de la Soberanía Nacional en combinación con la de los hechos diferenciales. Y es centralista, porque la Nación o Pueblo al que proclama Soberano absoluto el liberalismo es un poder único por ser total y absoluto y exige la unicidad del Estado que es lo contrario de la unidad de varios Estados.
- capitalismo
- El liberalismo viene de la Ilustración por medio de la revolución liberal.
1.2
Desarrollo de la primera guerra carlista
Las guerras carlistas. La primera (1833-39), al morir
Fernando VII los carlistas inician un levantamiento formando partidas
que dominan las zonas rurales del País Vasco, Navarra y Cataluña,
usando la táctica de guerrillas. Las ciudades permanecen fieles a
Isabel II. Se distinguen tres fases:
1ª. De 1833-35. Desde el 1 de octubre de 1833, en que el Infante D.
Carlos toma el título de Rey de España,
comienza el enfrentamiento. En principio, son partidas rebeldes, con
escasa estructura militar que Zumalacárregui
organizará en un verdadero ejército, frente al ejército regular
cristino. Además, se produce una relativa delimitación de zonas de
influencia que tienden a ser limpiadas de los enemigos. Esta fase
finaliza con la muerte del General Zumalacárregui en el asedio de
Bilbao el 23 de julio de 1835.
Los liberales reaccionaron tarde y el general Zumalacárregui consiguió aglutinar a los Voluntarios Realistas y las partidas dispersas en un ejército regular carlista, controlando el medio rural del País Vasco-navarro. La guerra se caracterizó por su brutalidad.
Los liberales reaccionaron tarde y el general Zumalacárregui consiguió aglutinar a los Voluntarios Realistas y las partidas dispersas en un ejército regular carlista, controlando el medio rural del País Vasco-navarro. La guerra se caracterizó por su brutalidad.
2ª. 1835-37. La guerra sale del ámbito regional al nacional. Luis
Fernández de Córdoba toma el mando del ejército cristino. En estos
años tienen lugar las principales acciones del carlismo fuera de su
zona de influencia. El general Gómez atraviesa España desde el País
Vasco hasta Cádiz
y Don Carlos dirige la expedición real hasta las puertas de Madrid.
Espartero rompe el sitio de Bilbao, que se inició en junio de 1835 y
que se mantuvo mucho tiempo por el afán de ocupar una ciudad y la
necesidad de prestigio internacional del carlismo por razones
financieras. Hubo equilibrio de fuerzas entre los dos bandos. En
Aragón y el Maestrazgo el general Cabrera organizó
guerrillas. Los carlistas organizaron expediciones militares, para
extender la insurrección, como la del general Gómez (1836) y la del
propio pretendiente, D. Carlos, que llegó a las puertas de Madrid en
1837. Ambos bandos contaban con apoyos internacionales: las
absolutistas Austria, Rusia y Prusia ayudaban a los carlistas, e
Inglaterra, Portugal y Francia a los liberales, enviando tropas,
armas y dinero. Los carlistas fracasaron en el sitio de Bilbao,
derrotados por el general Espartero en el puente de Luchana. Las
guerrillas carlistas no son fáciles de reducir y éstas obtienen una
clara victoria en el Maestrazgo.
3ª. El cansancio por la incapacidad de derrotar al enemigo llevó a
la escisión de los carlistas en transaccionistas - partidarios de
acabar la guerra- y exaltados. Espartero llegó a un acuerdo con el
general carlista Maroto, en el Convenio de Vergara (1839): se acordó
la integración del ejército carlista en el isabelino y la promesa
de la negociación de los fueros en Navarra y País Vasco. Sólo
Cabrera resistió en el Maestrazgo casi un año hasta su derrota
final en 1840 y se exilió a Francia.
4º . D.
Carlos no reconoce el acuerdo y la guerra
continúa desde agosto de 1839 a julio de 1840, en los focos de
resistencia de Lérida y Navarra. Los últimos leales carlistas,
acaudillados por el General Cabrera llevan a cabo una guerra brutal,
con escenas y acontecimientos terribles. Al fin, éstos serán
derrotados.
- El carlismo en el Maestrat (MAESTRAZGO)
La localización del levantamiento carlino, que fue constante en las
tres guerras carlinas, comprende Navarra y el País Vasco (escenario
de la lucha decisiva), las comarcas montañosas de Cataluña
(Berguedà, Lluçanès y Solsonès sobre todo), las tierras
montañosas del sur del Ebro, las cuales se suelen denominar de forma
imprecisa el Maestrat (El Maestrazgo), haciendo extensiva la
denominación del baluarte principal (Ports de Morella — Alt
Maestrat) a una región extensa y de límites mal definidos que
comprende parte de las comarcas tortosinas, el Bajo Aragón, parte
de la Serranía de Cuenca y algunas comarcas valencianas del
interior. Esto demuestra la fuerza que tuvo en la adhesión popular
al carlismo del sentimiento foralista, expresamente salvaguardado en
el convenio de Bergara (1839).
1.3.1. RAMÓN CABRERA Y EL CARLISMO EN EL MAESTRAZGO
Desde Morella y Cantavieja consiguió dominar una gran parte de
España, siendo esta última localidad su residencia habitual y
cuartel general, dada su privilegiada posición y amurallamiento para
acometer desde allí la conquista de Morella. En abril de 1835 fue
nombrado jefe de las fuerzas carlistas de Aragón y Valencia por
Carlos V, dando así un gran impulso a la guerra.
Como represalia por la muerte de los alcaldes turolenses de las localidades de Valdealgorfa y Torrecilla, el general Nogueras fusiló a la madre de Cabrera, Ana María Griñó, el 16 de febrero de 1836 en la Suda de Tortosa, hecho que tuvo gran repercusión en Europa y que contribuyó todavía más a endurecer la guerra en el Maestrazgo.
En octubre de 1838 fue nombrado teniente general y conde de Morella tras su victoria en Maella. Rápidamente organizó un pequeño estado con capital en Morella, centro de la actividad carlista con servicios en Cantavieja, Mirambel y Beceite.
En 1839, rechazó el convenio de paz de Vergara y se retiró con su ejército al norte de Cataluña, pasando a Francia en julio de 1840, donde vivió hasta la segunda guerra carlista o guerra de los "matiners". Nada más iniciarse fue designado por Carlos VI jefe supremo de las fuerzas carlistas en Aragón, Cataluña, Valencia y Murcia.
Llegado el año 1848 entró en Cataluña para organizar a un ejército de 9.000 hombres, teniendo que regresar a Francia poco después debido a que la guerra no enraizó y las fuerzas gubernamentales eran superiores. En 1850 se casó con una dama de la alta sociedad inglesa, el "Tigre del Maestrazgo" acabó convirtiéndose en el gran burgués de Wentworth.
Poco tiempo después Carlos VII le ofreció la jefatura militar del tercer levantamiento carlista, pero Cabrera lo rechazó negándose a participar en otra guerra civil.
Fue en 1875 cuando reconoció como rey legítimo a Alfonso XIII que le nombró capitán general del Ejército, validándole todos sus honores y títulos. Finalmente retirado ya de toda actividad política fijó su residencia en Inglaterra, hasta su muerte el 24 de mayo de 1877.
Como represalia por la muerte de los alcaldes turolenses de las localidades de Valdealgorfa y Torrecilla, el general Nogueras fusiló a la madre de Cabrera, Ana María Griñó, el 16 de febrero de 1836 en la Suda de Tortosa, hecho que tuvo gran repercusión en Europa y que contribuyó todavía más a endurecer la guerra en el Maestrazgo.
En octubre de 1838 fue nombrado teniente general y conde de Morella tras su victoria en Maella. Rápidamente organizó un pequeño estado con capital en Morella, centro de la actividad carlista con servicios en Cantavieja, Mirambel y Beceite.
En 1839, rechazó el convenio de paz de Vergara y se retiró con su ejército al norte de Cataluña, pasando a Francia en julio de 1840, donde vivió hasta la segunda guerra carlista o guerra de los "matiners". Nada más iniciarse fue designado por Carlos VI jefe supremo de las fuerzas carlistas en Aragón, Cataluña, Valencia y Murcia.
Llegado el año 1848 entró en Cataluña para organizar a un ejército de 9.000 hombres, teniendo que regresar a Francia poco después debido a que la guerra no enraizó y las fuerzas gubernamentales eran superiores. En 1850 se casó con una dama de la alta sociedad inglesa, el "Tigre del Maestrazgo" acabó convirtiéndose en el gran burgués de Wentworth.
Poco tiempo después Carlos VII le ofreció la jefatura militar del tercer levantamiento carlista, pero Cabrera lo rechazó negándose a participar en otra guerra civil.
Fue en 1875 cuando reconoció como rey legítimo a Alfonso XIII que le nombró capitán general del Ejército, validándole todos sus honores y títulos. Finalmente retirado ya de toda actividad política fijó su residencia en Inglaterra, hasta su muerte el 24 de mayo de 1877.
La guerra carlina en el Maestrat
- Las partidas del Maestrat y de Aragón proclaman a Manuel
Carnicer como jefe (febrero de 1834)
- Ejecutado Carnicer en abril de 1835 (Calanda)
toma el mando Ramón Cabrera
- Octubre 1835: ataque carlino en Alcanar: mártires de Alcanar
(67 hombres de Vinaròs)
- El 1836 Evaristo de San Miguel conquista para los isabelinos
Cantavieja.
- En represalia por la muerte de dos alcaldes de la comarca de
Alcañiz, el general Nogueras fusila a la madre de
Cabrera, Ana María Grinyó (16 de febrero de 1836) en
Tortosa, hecho que contribuye a endurecer aún más la guerra
en el Maestrat
- En 1837 Cabrera consigue reconquistar el territorio
perdido.
- En enero de 1838 conquista Morella, la convierte en capital de su
administración, extiende su territorio por Aragón, norte de
Valencia y sur de Cataluña.
- Fin de la guerra al N.: Espartero llega a Zaragoza
con 44.000 hombres (octubre de 1839) y establece su cuartel general
en el Mas de las Matas
- Cabrera consigue mantener la resistencia hasta el 30 de mayo de 1840 cuando Espartero conquista Morella y Cabrera se dirige a Berga.
- Cabrera se retira con su ejercito al norte de Cataluña, pasando a Francia en julio de 1840: fin de la guerra de los Siete Años, o primera guerra carlina
1814
|
Tornada
de Ferran VII (regna fins al 1833). Manifest
dels Perses i retorn a
l'absolutisme. Cop d'estat absolutista. Període de la
Restauració absolutista (fins al 1820).
|
1820
|
Pronunciament
de Riego. Trienni Liberal (fins al 1823). Retorn a la Constitució
de 1812.
|
1822
|
Cop
d'estat monàrquic fracassat. Regència reialista d'Urgell.
|
1823
|
Intervenció
dels Cent Mil Fills de Sant Lluís. Fi del Trienni
Liberal. Retorn a l'absolutisme (fins al 1833) (Dècada Ominosa).
|
1826
|
Publicació
del Manifest dels Reialistes purs.
|
1827
|
Guerra
dels Agraviats o dels Malcontents.
|
1830
|
Publicació
de la Pragmàtica Sanció. Naixement d'Isabel II.
|
1833
|
Mor
Ferran VII. Regència de Maria Cristina (fins al 1840). Comença
la Primera Guerra Carlina, que enfronta liberals i absolutistes.
|
1835
|
Aixecaments
progressistes a les ciutats. Mendizábal, cap de govern.
|
1837
|
Els
carlistes arriben a les portes de Madrid.
|
1838
|
Cabrera
ocupa Morella.
|
1839
|
Conveni
de Bergara.
|
1840
|
Fi
de la Guerra Carlina a Catalunya.
|
1841
|
Abolició
dels furs bascos.
|
1843
|
Isabel
II, declarada major d'edat, reina (fins al 1868).
|
1844
|
Comença
la Dècada Moderada (fins al 1854).
|
1846
|
Segona
Guerra Carlina: Guerra dels Matiners (fins al 1849): carlins i
republicans federals contra liberals unitaristes. Sublevació del
canonge Tristany (setembre).
|
1848
|
Partides
republicanes i progressistes.
|
1849
|
Fi
de la Guerra dels Matiners.
|
1860
|
Fracàs
del pronunciament carlí de Sant Carles de la Ràpita.
|
1868
|
Pronunciament
a Cadis de l'almirall Topete. Revolució de Setembre, que suprimí
la monarquia borbònica (caiguda d'Isabel II). Comença l'etapa
democràtica del Sexenni Revolucionari (fins al 1874).
|
1869
|
Pacte
de Tortosa: republicans federals catalans propugnen el retorn de
la Confederació catalano-aragonesa sota un estat republicà de
caire federal (aixecament federal: els republicans dels antics
territoris de la Corona d'Aragó s'autoorganitzen en confederació
d'acord amb els principis federals).
|
1870
|
Amadeu
de Savoia, rei (monarquia parlamentària).
|
1872
|
Tercera
Guerra Carlina (fins al 1876). Partides federals. Carles VII
promet restaurar els furs de Catalunya.
|
1873
|
Abdicació
d'Amadeu I. Proclamació de la Primera República espanyola. Els
carlins ocupen Berga.
|
1874
|
Cop
d'Estat de Pavía. Dissolució de les Corts. Pronunciament
de Martínez Campos. Restauració dels Borbons. Els carlins
ocupen Olot i Vic.
|
1875
|
Alfons
XII arriba a Espanya. Rei d'Espanya fins al 1885. Fi de la
Tercera Guerra Carlina a Catalunya.
|
1876
|
Fi
de la Tercera Guerra Carlina.
|
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