La
estructuración del liberalismo moderado:
Isabel II (1843-68).
3.1 La
década moderada (1843-54)
Tras
acceder al trono al adelantarse su mayoría de edad en noviembre de
1843, Isabel II
mostró desde un principio su preferencia
por los moderados,
dejando fuera del juego político al partido progresista. Se abría
un largo período de predominio moderado. Los progresistas optaron. o
por el retraimiento,
negándose a participar en unas consultas electorales claramente
amañadas, o por la preparación de pronunciamientos apoyados por
insurrecciones populares.
3.1.a Narváez
y los gobiernos moderados
Tras acceder al trono al
adelantarse su mayoría de edad en noviembre de 1843, Isabel II
mostró desde un principio su preferencia por los moderados, dejando
fuera del juego político al partido progresista. Se abría un
largo período de predominio moderado. En mayo de 1844 se formó un
gabinete presidido por el General Narváez, la gran figura de
los moderados. Estas fueron las principales medidas que se adoptaron
durante la siguiente década:
- Creación en 1844 de la Guardia Civil, fuerza armada encargada de aplicar la ley y orden esencialmente en el medio rural. Como medida complementaria se suprimió la Milicia Nacional.
- Ley de Ayuntamientos de 1845, que reforzaba el centralismo reservando al gobierno el nombramiento de los alcaldes.
- Reforma del sistema fiscal de 1845, elaborada por Alejandro Mon. Se estableció un nuevo sistema fiscal más racional, eficaz y moderno, que puso fin al enrevesado sistema impositivo del Antiguo Régimen.
- Ley Electoral de 1846 que configura un verdadero régimen oligárquico. Se estableció un sufragio muy restringido que limitó el cuerpo electoral a 97.000 varones mayores de más de 25 años, lo que suponía el 0.8% del total de la población.
- Concordato de 1851. Acuerdo con la Santa Sede por el que el Papa reconoció a Isabel II como reina y aceptó la pérdida de los bienes eclesiásticos ya desamortizados. A cambio el estado español se comprometió a subvencionar a la Iglesia y a entregarla el control de la enseñanza y a encargarla labores de censura.
- La Constitución de 1845: De carácter moderado,
3.1.b La Constitución
moderada de 1845
Recoge las ideas básicas del
moderantismo. De carácter moderado, se diferencia de la de
1837 en una serie de aspectos esenciales:
- Soberanía compartida del Rey y las Cortes. Esto se concreta en un poder legislativo compartido por ambas instituciones y en una clara preeminencia de la Corona en el proceso político.
- Confesionalidad del Estado: “La religión de la nación española es la religión católica”.
- Recorte de los derechos individuales, especialmente la libertad de expresión.
- Ayuntamientos y Diputaciones sometidos a la Administración Central.
- Supresión de la Milicia Nacional.
El 3
de mayo de 1844, Narváez sustituyó
a González
Bravo como Presidente
del Consejo de Ministros. Una de sus
primeras actuaciones fue la reforma de la Constitución
de 1837, de la que sale una nueva
Constitución, la de 1845, con una base doctrinal diferente.
Mientras para la Constitución del 37 la base era la soberanía
nacional, para la moderada del 45 la base
son la Monarquía y
las Cortes,
como instituciones que regulan la concordancia entre los
antiguos fueros y
las libertades y necesidades de la época. Se pretendía que
el país cayera en manos de la monarquía, la nobleza y la
burguesía.
De
carácter conservador, la soberanía volvía a compartirse entre las
Cortes y la Corona, restableció el carácter confesional del Estado
y creó un Senado vitalicio que tenía atribuciones, no solo
legislativas si no también judiciales (el Senado era el órgano
encargado de juzgar a los ministros y de conocer los delitos que
afectaran al rey o a la seguridad del Estado); en cuanto al sistema
electoral, solamente tenían Derecho a votar quienes hubiesen pagado
una contribución de 400 reales y, de igual forma, sólo se podía
elegir a quienes hubiesen abonado 1.000 reales o tuvieran una renta
superior a 12.000, estableciéndose uno de los períodos legislativos
más extensos de nuestra historia: cinco años.
Por circunstancias de su
tiempo, fue suspendida y rehabilitada, sucesivamente, en 1852 y 1856,
periodo en el que se redactaron otros dos proyectos, siendo abolida,
definitivamente, tras la expulsión de la reina en 1868.
3.1.c La organización
del estado liberal
El
liberalismo moderado emprendió la tarea de construir una estructura
de Estado liberal en España bajo los principios de centralismo y la
uniformización. Una serie de leyes y de reformas administrativas
pusieron en marcha dicho proceso:
- Reforma fiscal y de hacienda: objetivo racionalizar el sistema impositivo y recaudatorio, centralizando los impuestos en manos del Estado.
- Código penal de 1851
- Reorganización de la Administración, reforzando la estructura centralista.
- Ley de administración local de 1845: control del poder municipal por parte del Gobierno.
- Las competencias educativas pasaban a manos del Estado Central que reguló el sistema de instrucción pública, creando diferentes niveles de enseñanza y elaborando planes de estudio.
- Se estableció un único sistema de pesos y medidas, el sistema métrico decimal.
- Se disuelve la antigua Milicia Nacional y se crea la Guardia Civil (1844), un cuerpo armado con finalidades civiles pero con estructura militar que se encargaría de mantener el orden público y la vigilancia de la propiedad privada, sobre todo en el medio rural.
- El Bienio progresista (1854-56)
El
poder cada vez más dictatorial de Narváez propició un creciente
descontento que culminó en un pronunciamiento. Iniciado por el
general O'Donnell en Vicálvaro, el golpe militar se radicalizó tras
la publicación por los rebeldes del denominado Manifiesto de
Manzanares, lo que hizo que consiguiera un amplio respaldo popular y
animó a otros generales a unirse a la rebelión. Finalmente el golpe
triunfó y propició la formación de un gobierno presidido por el
progresista Espartero, iniciándose
el Bienio Progresista
(1854-56).
La otra gran figura del gobierno, el general O'Donnell
creó un nuevo
partido, la Unión
Liberal, que trató de
cubrir un espacio de centro entre moderados y progresistas, aunque
gobernó junto a estos en el inicio del bienio.
Durante
este corto período destacaron las siguientes medidas:
- La desamortización general de Madoz en 1855 que culminó el proceso desamortizador, con los bienes de los municipios.
- Unas nuevas Cortes Constituyentes iniciaron la elaboración de una nueva constitución más progresista que no llegó a aplicarse.
- Se adoptaron medidas para propiciar la modernización económica del país como la Ley de Ferrocarriles de 1855.
3.2.a
La segunda desamortización (Madoz) (LA DESAMORTIZACIÓN CIVIL DE MAZOZ)
En el Bienio Progresista además
de reanudarse las ventas a buen ritmo, el ministro de Hacienda
Pascual Madoz inició la segunda gran fase desamortizadora , con la
Ley de Desamortización General Se ponían en venta todos los bienes
de propiedad colectiva amortizada. Fue la llamada “desamortización
civil” o, más habitualmente, “desamortización municipal”
Consistió en la nacionalización y venta en pública subasta de los
bienes, entre otros, de los Ayuntamientos, tanto los “bienes de
propios” (propiedad de la Corporación y que solían arrendarse
a colonos), como los “bienes comunales” (que
explotaban los vecinos colectivamente) Además afectó a bienes del
clero, la instrucción pública, la beneficencia y la Corona. Se
liquidaron todos los bienes amortizados y fue la época en que se
alcanzó un valor más elevado en la venta.
Ley
declarando en estado de venta todos los predios rústicos y urbanos
(...) pertenecientes al Estado, al Clero y cualesquiera otros
pertenecientes a manos muertas.
Doña
Isabel II, por la gracia de Dios y la Constitución, reina de las
Españas, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed
que las cortes constituyentes han decretado y Nos sancionamos lo
siguiente:
I.-
Se declaran en estado de venta, con arreglo a las prescripciones de
la presente ley, y sin perjuicio de las cargas y servidumbres a que
estén sujetos, todos los predios rústicos y urbanos pertenecientes:
Al Estado, al Clero, a las Órdenes Militares (...), al secuestro del
ex infante D. Carlos, a los propios y comunes de los pueblos, a la
beneficencia, a la instrucción pública y a cualquiera otros
pertenecientes a manos muertas, ya estén mandados vender o no por
leyes anteriores
(...)
Pascual
Madoz 1/5/1855
La nueva ley ofrecía algunas
novedades respecto a políticas desamortizadoras anteriores:
-Además de a amortizar la
deuda el producto de las ventas se destinó a subvencionar las obras
públicas, en especial el ferrocarril.
-Otra de las novedades fue la
de aceptar sólo dinero en metálico.
-El producto de las ventas se
destinó a la financiación del ferrocarril
-Sólo se admitió dinero en
metálico
En este caso, los bienes
obtenidos tenían como fin la industrialización del país y la
expansión del ferrocarril.
La valoración del proceso
indica que la alta burguesía fue nuevamente la beneficiaria, aunque
la participación de los pequeños propietarios rurales fue más
elevada que en la anterior desamortización de Mendizábal.
3.2.b Las leyes y
proyectos progresistas: la Ley G. de Ferrocarriles
La implantación del
ferrocarril represento una revolución, tanto por la velocidad como
por la reducción de costes en el transporte de mercancías y
pasajeros, fue un gran proyecto económico del gobierno del Bienio
que elaboró en 1855 (bajo el gobierno
de Espartero) la Ley General de
ferrocarriles, que regulaba su construcción y ofrecía incentivos a
las empresas que intervinieran en ella. Con
ella, se facilitaba la entrada de capital extranjero. Muy pronto
surgieron grandes compañías ferroviarias que impulsarían
definitivamente el ferrocarril.
El tren trajo consigo un
cierto desarrollo económico, en verdad algo lento debido al retraso
industrial español. Además, las distancias
entre poblaciones comenzaban a ser más cortas y, en las ciudades,
las nuevas estaciones ofrecían un aire de modernidad y progreso.
Para 1865 ya se ha completado
buena parte de la red ferroviaria prevista, con un claro desarrollo
radial que parte de Madrid. Las zonas mineras
e industriales de la cornisa cantábrica, el Levante y el sur
aparecen ya comunicadas con el resto de España.
- La crisis del Moderantismo (1856-68)
Las medidas reformistas del
Bienio no mejoraron las condiciones de vida de las clases populares,
lo que generó un clima de grave conflictividad social.
La inestabilidad política sube, menudean las huelgas (estamos
asistiendo al nacimiento del movimiento obrero español), O’Donell
pacta con la corona y se pasa al conservadurismo.
La
agitación social provocó la ruptura entre Espartero y O'Donnell.
En 1854 hay gran
inestabilidad política, O’Donell da un golpe de estado; la
Vicalvarada
y llegan al poder los progresistas, con el protagonismo de Espartero,
líder del partido progresista y O’Donell, líder de la Unión
Liberal.
Finalmente volvió
Narváez al poder en
octubre de 1856. Se volvía así al régimen
moderado de la Constitución de 1845.
Tras un período de dos años con Narváez y los moderados
(1856-1858), O’Donnell y la Unión Liberal volvieron al poder
en 1858.
Los
progresistas crean una nueva Constitución; la de 1856, que será non
nata. La Constitución de 1856 es progresista; la soberanía nacional
no es compartida, el poder de la corona está bastante limitado, las
dos cámaras son electivas, la declaración de derechos es más
exhaustiva y se contemplan las elecciones municipales y la milicia
nacional.
La
vuelta de Narváez al poder en 1863
marca el inicio del período terminal del partido moderado. La
inestabilidad política y la deriva
autoritaria de los
gobiernos caracterizaron una etapa en la que la bonanza económica
llegó a su fin tras la crisis económica de 1864.Los intentos
de insurrección como el motín de San Gil en Madrid en 1866 fueron
duramente reprimidos. El creciente autoritarismo del anciano Narváez
llevó a la formación del Pacto
de Ostende:
unionistas, progresistas y republicanos se aliaron para derribar a
Isabel II y el régimen moderado.
3.3.a La vuelta de los
moderados al poder (1856-58)
La
agitación social creciente provocó la ruptura entre Espartero y
O'Donnell. Nombrado el líder de la Unión Liberal presidente del
gobierno en julio de 1856,
la Unión Liberal se mantiene en el poder con O’Donnell
(1856-1863), se inició un
proceso de revisión de la labor del bienio que finalmente trajo la
vuelta de Narváez y los moderados al poder en octubre de 1856, en
un periodo tranquilo, con el establecimiento del orden del Estado
centralizado y tras detener el proceso desamortizador de Mádoz. Se
volvía así al régimen moderado de la Constitución de 1845.
3.3.b Los gobiernos
unionistas de O´Donnell (1858-63)
Tras
un período de dos años con Narváez y los moderados (1856-1858),
O’Donnell y la Unión Liberal volvieron al poder en 1858. Esta
época estuvo marcada por la euforia económica ("boom" de
los ferrocarriles) y por el intervencionismo exterior: guerra de
Marruecos (1859-1860), intento fallido de recuperar Santo Domingo,
expedición a México, guerra contra Perú y Chile... Esta amplia
actividad bélica apenas dio ningún resultado práctico para el
país. La política
exterior se usa para que la población no se centre en los problemas
internos.
En el interior del
país tenemos gobiernos muy autoritarios, actuando al margen de las
cortes y de los grupos políticos, dándose de forma habitual una
fuerte represión.
La oposición al gobierno fue cada vez mayor, surgiendo nuevas
opciones políticas, como los demócratas, cuyo objetivo era el
sufragio universal o los republicanos, que defendían la supresión
de la monarquía.
3.3.c El moderantismo
autoritario (1863-68)
La
vuelta de Narváez al poder en 1863 marca el inicio del período
terminal del partido moderado.
En 1863
vence la coalición de progresistas, demócratas y republicanos,
aunque sube al poder Narváez, con un gobierno dictatorial que acaba
en 1868,
cuando estalla una nueva revolución, dirigida contra el gobierno y
la Reina Isabel II: la Revolución
Gloriosa.
La
inestabilidad política y la deriva autoritaria de los gobiernos
caracterizaron una etapa en la que la bonanza económica llegó a su
fin tras la crisis económica de 1864.
Los
intentos de insurrección como el motín de San Gil en Madrid en 1866
fueron duramente reprimidos. El creciente autoritarismo del anciano
Narváez llevó a la formación del Pacto de Ostende: unionistas,
progresistas y republicanos se aliaron para derribar a Isabel II y el
régimen moderado.
La imposibilidad de
afrontar el aumento de la oposición junto con la crisis económica
que se inicio en 1866 (agrícola, industrial y financiera) aumento el
desgaste del régimen moderado y de la monarquía por extensión al
haber tomado excesivo partido a favor de los moderados, marginando
del poder al resto de las formaciones políticas.
Conclusión: la
crisis del liberalismo moderado
- El reinado de Isabel II supuso la definitiva estabilización del régimen liberal o Nuevo Régimen y la formación y creación del Estado Liberal que va a perdurar hasta la actualidad.
- Dominó -salvo en el bienio- el liberalismo doctrinario o censatario, con el partido moderado, conservador o templado, cuya base social era la oligarquía, imponiéndose sus conceptos políticos (soberanía compartida, gran poder del rey, sufragio censatario no al jurado popular, ni milicia nacional, ni elecciones municipales)
- La debilidad democrática era manifiesta, menudearon los pronunciamientos militares y el protagonismo político de ellos, existía una gran diferencia entre la España real y oficial, asistiendo al inicio del caciquismo que se consolidaría con la Restauración.
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