Una
de las tareas más importantes (y complicadas) de los padres de
adolescentes es mantener siempre abiertas las vías de comunicación.
Consejos
sobre cómo comunicar con hijos adolescentes.
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Dar mensajes claros. Es un error decir a la misma cosa "No"
un día y "Sí" otro día a tu hijo adolescente, salvo que
las circunstancias hayan cambiado. Dar mensajes claros ayuda a crear
una base de confianza, fomenta el buen comportamiento y ayuda a bajar
los niveles de estrés en una familia
-
Aprender a escuchar y responder con respuestas que incentivan la
comunicación y eviten que tu adolescente salga del salón de un
portazo. Emplear un tono positivo y utilizar lenguaje
corporal afirmativo mientras hablas.
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Tratar a tu hijo adolescente con el mismo grado de respeto con
el que esperas que te trate a ti. No le insultes nunca, no le
ridiculices tampoco.
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Dar mensajes afirmativos. Cada vez que se presente la ocasión,
recordarle que le quieres. Cuando se ha arreglado, dile que está muy
guapo. Cuando ordena su habitación sin que se lo hayas pedido,
coméntaselo de tal forma que se sienta orgulloso (aunque no te lo
vaya a demostrar).
-
No pierdas el genio y no grites. Si empiezas a gritar, la
capacidad receptiva de tu adolescente se bajará a cero. Hay momentos
en los que tod@ adolescente cree que sus padres no le comprenden, que
le hacen la vida imposible. Y cuando gritamos por frustración o
rabia, sólo conseguimos alejarles más. Si crees que vas a perder
los papeles, suspende la conversación para retomarla en un momento
en el que has logrado sobreponerte.
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Ser preciso y dar detalles sobre lo que esperas de tu hijo.
Puedes escribir un planning y pegarlo en la nevera como recordatorio.
Siempre es bueno escribir sobre papel reglas y acuerdos importantes,
porque así ambas partes pueden consultar el papel cuando surja una
confusión sobre una norma específica.
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No ningunear nunca a tu hijo cuando estás enfadado o triste.
Si algo que hace o dice te enfada o entristece de sobremanera, dile
que no está en condiciones de seguir una conversación antes de
alejarte. Es peligroso ignorarle o dejar de hablarle y seguir tan
normal con otros miembros de la familia.
En
una conversación, no entres en un monólogo. Termina tus frases
con otra que invite a la comunicación:
- ¿Qué piensas tú?
- Parece muy importante para ti, intenta explicarme por qué
- Buena pregunta, intentaré contestar
- Me interesa mucho conocer tu opinión
- ¿Comprendes lo que te intento explicar?
- ¿Quieres hablar?
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