Marcando límites los padres pueden controlar los conflictos
El
adolescente se debate entre su rebeldía y la autoridad que sigue
necesitando.
Precisa de límites, aunque le cueste asumirlos. Por eso los padres deben mostrarse firmes y seguros frente a sus hijos en esta difícil edad. En los casos más conflictivos será necesaria la ayuda de profesionales, pero los padres tienen la responsabilidad especial en la educación de los adolescentes y es necesario que aprendan a respetar esa autoridad.
Precisa de límites, aunque le cueste asumirlos. Por eso los padres deben mostrarse firmes y seguros frente a sus hijos en esta difícil edad. En los casos más conflictivos será necesaria la ayuda de profesionales, pero los padres tienen la responsabilidad especial en la educación de los adolescentes y es necesario que aprendan a respetar esa autoridad.
Los efectos de la adolescencia en el carácter
Con
el inicio de la pubertad, las hormonas van a adquirir un gran
protagonismo, de tal forma que en muchas ocasiones serán las que
tomen las riendas del comportamiento del adolescente, en el que,
también, se observan las siguientes características:
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Surge una falta de reconocimiento de la autoridad, que les hace
cuestionarse todas las normas establecidas por los adultos.
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La familia pierde protagonismo a favor del grupo
de amigos
-
En muchas ocasiones las decisiones y preferencias personales las
sacrifican en función de lo que el grupo tolere
Consejos para padres de adolescentes
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A los adolescentes les cuesta asumir los límites que tanto necesitan
y que los ayudan a situarse y a conocer cuáles son sus derechos y
sus obligaciones.
-
Los padres y los adultos, en general, deberán enfrentarse a
situaciones poco agradables, en las que su seguridad será clave para
ayudar al adolescente a superar estas crisis.
-
No olvidemos que los niños aprenden por modelos, los padres somos
sus modelos a imitar, por eso hay que mostrarse seguros.
-
Potenciar sus habilidades y mitigar sus defectos. No centrarse solo
en los éxitos y fracasos escolares, pues éstos serán una parte de
sus vidas, pero no lo único importante.
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Los padres seguirán la misma línea, no contradiciéndose uno al
otro y mucho menos delante del adolescente.
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En casos de rabieta o estallido, no es el momento de dialogar
con ellos: el lenguaje verbal no sirve de nada.
La ayuda en situaciones extremas
Cuando
la situación es extrema, sí que ayuda saber que estamos actuando de
forma correcta. El adolescente de hoy dará paso al joven de mañana,
y éste será menos impetuoso, menos hiriente, menos provocador, más
humano, más justo y más cercano. Y es que los adolescentes
verdaderamente no lo tienen fácil.
En
muchos casos encontramos chicos y chicas que nos dicen que no saben
como evitar saltar y estallar a la mínima, que les encantaría
controlarse pero que no pueden. No lo hacen para fastidiarnos, sino
porque no pueden evitarlo.
Errores más frecuentes de los padres
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Podemos negociar las normas a seguir, pero nunca debemos dejar que
sean ellos los que marquen los límites.
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No hay que ceder para evitar males mayores pensando que esto pasará
con el tiempo.
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Los chicos pueden sentir miedo por tenerlo todo demasiado fácil.
-
Debemos
dejarles que desarrollen sus propias estrategias, que resuelvan sus
problemas
y
conflictos. Pero siempre debemos estar ahí, en un segundo plano.
www.quidamdesarrollo.com
María
Jesús Álava Reyes
y Silvia
Álava Sordo.
Psicólogas de Quidam Desarrollo Humano
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