CAMPOS TEMÁTICOS:
1. El método cartesiano: ideal
matemático de certeza, duda metódica y criterio de verdad.
2. Concepto de idea en Descartes
y sus tipos.
3. Concepto de sustancia en
Descartes y sus tipos. Argumentos demostrativos de la existencia de Dios y del
mundo.
4. Dualismo antropológico.
Mecanicismo y libertad.
Nº1 El método cartesiano: ideal matemático de certeza,
duda metódica y criterio de verdad.
Descartes comienza observando que las ciencias, incluido la filosofía están mal construidas. Se da cuenta de que ningún filosofo da con la auténtica verdad, porque los están mas pendientes de sus propias disputas que de buscar una verdad objetiva. Descartes, atribuye este hecho a la falta de un método apropiado y prefiere empezar de cero, y prescindir de la filosofía construida hasta él y comenzar de nuevo estableciendo un nuevo método para buscar la verdad de las cosas.
Descartes se
fija en las matemáticas porque según él, es la única ciencia que da con una
verdad indudable. Para encontrar la verdad, las matemáticas utilizan la
deducción a partir de una verdad evidente, y propone utilizar la deducción
también en la filosofía, para encontrar otras verdades. Pero para ello deberá
alcanzar esa primera verdad de la cual deducir el resto.
La deducción
consiste en partir de una idea simple, que sea clara y distinta, y de ahí
obtener otras ideas más complejas que se desprendan de aquellas. Por lo que el
primer problema de Descartes será intentar buscar esa idea simple y evidente, a
partir de la cual poder deducir otras.
Para
resolver éste problema, Descartes comienza a dudar de todo, toma una postura
aparentemente escéptica para alcanzar la primera idea simple y evidente.
Descartes duda de los sentidos, ya que los sentidos te engañan, duda de todo,
duda hasta de la vida misma y crea la hipótesis del sueño, por la que dice que
la vida podría ser toda ella un sueño, ya que los sueños son tan reales cuando
estás soñando. Entonces Descartes nos presenta esa primera verdad evidente, el
cógito. Si dudo pienso; dudar -pensar es la misma cosa; aunque se quiera seguir
dudando, no es posible dudar de la propia existencia, la existencia del ser
"que duda".
Descartes ha
conocido la primera evidencia, la existencia del ser que piensa y que duda,
pero si esa fuera la única verdad posible se caería en el solipsismo (solus
ipse). Utilizando su método y deduciendo otras ideas se da cuenta de que hay en
la mente más ideas, además del cogito. Estas ideas que busca son ideas
verdaderas, y la verdad tiene que ser clara y distinta por eso empieza con
ideas simples que tengan claridad y distinción, y a partir de estas, sacar las
mas complejas mediante la razón y la inteligencia para que las ideas sigan
siendo verdaderas.
Ideas
adventicias: son las ideas que provienen de los sentidos y como los sentidos me
engañan y se equivocan, estas ideas no serán siempre verdaderas por lo que no
puedo conocerlas mediante mi conciencia.
Ideas
facticias: estas ideas proceden de la imaginación, por tanto, estas ideas serán
unas derivadas de las adventicias, porque los elementos de la imaginación los
construyo con elementos adventicios, por tanto, no podre conocerlas mediante mi
conciencia.
Ideas innatas: son ideas que están en la conciencia sin que ésta sea su causa. Son ideas que están en mi mente pero que no pueden proceder de mi dado que me exceden, y así, hay que concluir que proceden de otro ser externo. Estas si que las puedo conocer por reflexión.
Descartes, como se ha dicho antes, toma el método de las matemáticas porque es la ciencia que alcanza en mayor medida la verdad. Para él, las matemáticas alcanzan siempre la certeza siempre que no haya errores en las operaciones. De este modo, las matemáticas son el modelo de la certeza y el filósofo francés pretende dotar a la filosofía de esa misma seguridad. Por eso el método cartesiano sigue dos pasos fundamentales: el primero de análisis-intuición y el segundo de síntesis-deducción.
Des esta manera Descartes crea los cuatro pasos del método que se exponen a continuación:
Primero, partir de la evidencia, que curiosamente se alcanza a través de la duda metódica. Dudando de "todo" metódicamente, llegaré a una gran certeza resistente a toda duda. Y será, por tanto "evidente". No se trata de una duda escéptica sino metódica, es decir, una duda provisional y pasajera que me hará concluir con la gran certeza que se necesita para construir todo el sistema de las ciencias y la filosofía.
El segundo, descomponer cada problema en sus partes más simples.
Ideas innatas: son ideas que están en la conciencia sin que ésta sea su causa. Son ideas que están en mi mente pero que no pueden proceder de mi dado que me exceden, y así, hay que concluir que proceden de otro ser externo. Estas si que las puedo conocer por reflexión.
Descartes, como se ha dicho antes, toma el método de las matemáticas porque es la ciencia que alcanza en mayor medida la verdad. Para él, las matemáticas alcanzan siempre la certeza siempre que no haya errores en las operaciones. De este modo, las matemáticas son el modelo de la certeza y el filósofo francés pretende dotar a la filosofía de esa misma seguridad. Por eso el método cartesiano sigue dos pasos fundamentales: el primero de análisis-intuición y el segundo de síntesis-deducción.
Des esta manera Descartes crea los cuatro pasos del método que se exponen a continuación:
Primero, partir de la evidencia, que curiosamente se alcanza a través de la duda metódica. Dudando de "todo" metódicamente, llegaré a una gran certeza resistente a toda duda. Y será, por tanto "evidente". No se trata de una duda escéptica sino metódica, es decir, una duda provisional y pasajera que me hará concluir con la gran certeza que se necesita para construir todo el sistema de las ciencias y la filosofía.
El segundo, descomponer cada problema en sus partes más simples.
El tercero,
proceder desde lo mas simple, hasta lo mas compuesto.
Y el último,
hacer un repaso para asegurarse del procedimiento correcto.
El criterio
de verdad para Descartes es la claridad y la distinción. Claridad y distinción
que una mente atenta ha de obtener mediante la intuición; una intuición
intelectual que significa una relación inmediata sujeto - objeto a través de la
inteligencia. No es una claridad y distinción a los sentidos porque entonces
estaríamos ante un empirismo completamente alejado del pensamiento racionalista
cartesiano. Claro y distinto es sobre todo el "cogito". El resto
habrá que deducirlo de allí y será menos cierto en la medida que se aleje de la
primera verdad evidente. Y así, las pruebas sobre la existencia de Dios que
intentará mostrar para continuar su filosofía e intentar restablecer el mundo
"perdido" por el rechazo del conocimiento de los sentidos, serán
mucho menos claras, aunque necesarias.
Nº 2. CONCEPTO DE IDEA EN
DESCARTES Y SUS TIPOS
A partir de
la primera verdad, Descartes deberá enfrentarse al problema de deducir la
existencia del mundo de las cosas materiales partiendo exclusivamente de la
existencia del pensamiento.
En primer
lugar, Descartes cambia el concepto de “idea” respecto a la filosofía anterior.
Afirma que el pensamiento recae directamente sobre las ideas, no sobre las
cosas. Las ideas son como una representación gráfica de las cosas, y esta
representación es la que contempla el pensamiento.
Descartes,
al haber colocado la idea como objeto del pensamiento, sólo tiene certeza de la
existencia mental de esa idea, pero no tiene ninguna certeza de que el
contenido de esa idea tenga realidad extramental. En suma, se ha vuelto
problemática la existencia de las cosas que pensamos. Dicho de otro modo, la correspondencia
entre las cosas reales y las ideas que de ellas nos formamos no tienen por qué
corresponder exactamente, no tenemos seguridad de que, en efecto las ideas y
las cosas tengan que ver unas con las otras.
Para dar respuesta a este interrogante, Descartes procede a analizar la naturaleza de las ideas, y distingue en ellas un doble aspecto:
Para dar respuesta a este interrogante, Descartes procede a analizar la naturaleza de las ideas, y distingue en ellas un doble aspecto:
a) Las
ideas en tanto que modos de pensamiento.
b) Las
ideas en tanto que imágenes que representan algo, esto es, en tanto que poseen
un contenido denominado por Descartes “Realidad objetiva de las ideas”.
Las ideas en tanto que modos de pensamiento son todas iguales, pero en tanto que representaciones de cosas, son diferentes, pues unas representan unas cosas y otras, otras. Por ejemplo, la idea de caballo y la de hombre son iguales en cuanto modos de pensamiento pero diferentes en cuanto que se refieren a objetos diferentes. No digamos si nos referimos a ideas sobre cosas sensibles como los dos ejemplos anteriores, o bien, si nos referimos a ideas abstractas.
Las ideas en tanto que modos de pensamiento son todas iguales, pero en tanto que representaciones de cosas, son diferentes, pues unas representan unas cosas y otras, otras. Por ejemplo, la idea de caballo y la de hombre son iguales en cuanto modos de pensamiento pero diferentes en cuanto que se refieren a objetos diferentes. No digamos si nos referimos a ideas sobre cosas sensibles como los dos ejemplos anteriores, o bien, si nos referimos a ideas abstractas.
El paso siguiente que dará Descartes es
analizar el contenido, pues unas ideas poseen más realidad que otras. Las ideas
que representan cosas materiales, como una piedra, poseen más realidad objetiva
que aquellas otras que representan cualidades de las cosas, como el color o el
olor, que serán denominadas como cualidades secundarias que no pertenecen a las
cosas, sino a nuestro modo de percibirlas. A mayor o menor luz, por ejemplo,
los objetos varían de color.
Descartes distingue tres tipos de ideas:
Descartes distingue tres tipos de ideas:
a) Ideas
adventicias: son ideas extrañas que parecen provenir del exterior. Siendo
su causa la percepción sensible. Ejemplos de estas ideas son el calor, el
color, la dureza…y el resto de ideas que se refieren a cosas sensibles.
b) Ideas
facticias: son aquellas que la mente construye a partir de otras. Podemos
decir que son ideas creadas por la imaginación, por ejemplo, la idea de
centauro o la idea de sirena. Estos dos tipos de ideas, adventicias y
facticias, son obviamente rechazadas por Descartes como punto de partida para
demostrar la realidad extramental.
c) Ideas innatas: son las ideas
que posee por sí mismo el pensamiento, pero que no pueden ser, de ninguna
manera confundidas con las dos anteriores. Son ideas connaturales a la razón
porque ésta posee una predisposición natural a formarlas. Son ideas que brotan
de manera natural, espontánea e inmediata de nuestro pensamiento, ideas cuya
existencia corresponde a nuestra naturaleza. Ejemplos de ideas innatas son el
pensamiento, la existencia, el infinito, etc.
Con la afirmación de las ideas innatas
nos encontramos con la tesis fundamental del racionalismo, pues son estas ideas
las que le permitirán salir de la existencia del sujeto pensante a la realidad
extramental. Entre las ideas innatas Descartes descubre la idea de perfección-Infinito,
que identifica con la idea de Dios. Desecha la posibilidad de que sea
adventicia, ya que, no podemos tener experiencia sensible de la infinitud.
Tampoco es una idea facticia. Descartes afirma que la idea de finitud ya
presupone la idea de infinitud. Una idea presupone necesariamente la otra. La
idea de Infinito, por tanto, debe ser una idea innata. Y si la idea de infinito
es la idea de Dios, pues es el único ser del que se puede concebir tal
predicado, concluye que la idea de Dios es una idea innata. Pero la idea de
Dios, no es Dios, lo mismo que la idea de infinito, no es infinita en nuestro
pensamiento finito. Y sin embargo, ellas nos permiten deducir que, si existen
en nuestra mente, alguien "proporcionado" a tal idea tiene que
haberlas colocado allí. "A tal señor, tal honor". La idea de
perfección, no la hemos deducido nosotros porque no somos perfectos, tampoco
podemos haberla obtenido del exterior donde todo es imperfecto, luego solo
Dios, sumamente Perfecto la puede haber colocado en nuestra mente.
Este punto es crucial en la deducción
cartesiana pues, partiendo de la Idea de Dios, todo el proceso deductivo
posterior queda abierto.
Redacción
del alumno Julio Herrero Colomina revisada
Nº
3. Concepto de sustancias y sus tipos. Argumentos demostrativos de la
existencia de Dios y del mundo.
El concepto
de sustancia en Descartes es algo complicado. Descartes define sustancia como
un término que se utiliza para designar o referirnos a las cosas o naturalezas
que sólo necesitan a Dios para existir y así diferenciarlas de las cosas que
necesitan a otra naturaleza que no sea Dios para existir, como las cualidades o
atributos de las sustancias.
Descartes distingue entre tres tipos de sustancias: La sustancia divina que es caso aparte, y las otras dos, las cuales necesitan a Dios para existir.
Descartes distingue entre tres tipos de sustancias: La sustancia divina que es caso aparte, y las otras dos, las cuales necesitan a Dios para existir.
- El primer tipo de sustancia es la sustancia infinita; con esta sustancia, Descartes busca hacer referencia a la naturaleza de Dios, a la sustancia que lo forma. Al ser la sustancia de Dios, de esta sustancia dependerán las otras dos sustancias restantes.
- El segundo tipo de sustancia es la sustancia pensante (res cogitans). Con esta sustancia Descartes se refiere a las sustancias que forman las mentes, como es el caso del ser humano, el alma.
- El tercer tipo de sustancia es la sustancia material (res extensa). Con este tipo de sustancia Descartes busca hacer referencia a las cosas materiales, las cosas que se perciben por los sentidos. En el caso del ser humano, el cuerpo. Así pues, en el ser humano, ambas sustancias, la pensante y la material están juntas y se comunican, según Descartes, mediante la glándula pineal. Esta es una respuesta deficiente al problema de cómo se pueden comunicar dos elementos tan diferentes como son el cuerpo material y el alma espiritual. Es deficiente la respuesta porque sigue vigente la cuestión de en qué parte de dicha glándula pueden unirse.
Los diferentes argumentos que utiliza descartes para demostrar la existencia de cada una de las sustancias y, por tanto, demostrar la existencia del alma, del mundo y de Dios son las siguientes:
Descartes
primero demuestra la existencia del alma mediante la primera evidencia, el
cógito. Descartes duda de todo, y se da cuenta de que al dudar piensa, luego si
piensa, existe. Esa es la existencia del yo pensante, del alma del ser humano y
de su mente y su conciencia.
Después Descartes demuestra la existencia de Dios a través de tres argumentos distintos:
Después Descartes demuestra la existencia de Dios a través de tres argumentos distintos:
- El primer argumento que utiliza es el argumento de la infinitud. Comienza diciendo que no puede haber mas en un efecto que en su causa. Dice también que en la conciencia del ser humano existe la idea de infinito y esta idea no puede haber sido causada por mi puesto que no soy infinito, solo puede haberla puesto en mi un ser infinito y ese ser infinito es Dios.
- El segundo argumento que utiliza descartes es el argumento de la perfección. Comienza diciendo que en él existen perfecciones y como no puede haber mas en un efecto que en su causa, tampoco puedo crear una idea de perfección porque no soy perfecto. Tampoco puedo ser la causa de mis perfecciones puesto que habría puesto en mi todas las perfecciones, por tanto, la causa de mis perfecciones debe ser un ser que posea todas las perfecciones en estado máximo, porque la idea de perfección la tiene que crear un ser perfecto. Y ese ser es Dios.
- El último argumento que utiliza Descartes para demostrar la existencia de Dios es el argumento ontológico. Dios se define como ser perfecto y un ser perfecto incluye todas las perfecciones en su grado máximo y como la existencia es una perfección, para que Dios sea perfecto, tiene que existir como mínimo, por lo que el ser perfecto tendrá que existir.
Por ultimo descartes demuestra la existencia del mundo porque parte de la existencia de Dios. Al ser Dios un ser perfecto, Dios tiene que ser bondadoso porque Dios es bueno y bondadoso. Si Dios es bueno, no me engaña y no permite que me equivoque, por tanto, el mundo existe. Aunque queda demostrado el mundo, sigue siendo necesario el método para ver un mundo limitado a las cualidades primarias de las cosas, es decir, un mundo medido y mecanizado. El único mundo posible.
Redacción
de Jorge Peydro revisada
Nº 4 Dualismo antropológico. Mecanicismo y libertad.
Descartes
elabora una teoría antropológica dualista, esto es, una concepción del ser
humano como un compuesto de las dos sustancias: el pensamiento y la materia
extensa, como sustancias independientes e irreductibles entre sí.
Afirma
rotundamente que el alma y el cuerpo están estrechamente unidos. Además, insiste
en afirmar el alma como un ser pensante, una sustancia completamente diferente
e independiente del cuerpo, materia extensa, y que, pese a su estrecha unión,
puede existir sin él.
En esta
insistencia está en juego la libertad. Si insiste en afirmar la distinta
naturaleza del cuerpo y del alma, y su total independencia, es para sustraer al
alma del cumplimiento de las leyes necesarias del universo mecanicista. Al
dejar a salvo la libertad, Descartes quiere, además salvar el resto de valores
espirituales en los que cree y a los que defiende, como la inmortalidad del
alma.
Nuestro
cuerpo, como una cosa material más, está sujeto por tanto, a las mismas leyes
de la materia, por lo que carece de libertad. Si queremos salvar la libertad
humana, entonces debe residir en algo que por naturaleza esté al margen de las
leyes necesarias, y ese algo sólo puede ser el alma, la res cogitans, el yo
como pensamiento.
La relación entre ambas sustancias es un problema. Primero, porque la separación que establece es radical al concebirlas como dos sustancias diferentes que poseen atributos distintos: el pensamiento y la extensión. En segundo lugar, porque es plenamente consciente de la estrechísima relación entre ambas. Descartes nos dice que el alma y el cuerpo están más unidos que el piloto y el barco; están tan unidos que es como si formaran unja misma cosa. El entendimiento concibe inicialmente mi cuerpo como un cuerpo más; son los sentimientos de dolor, de sed, de hambre, etc. Los que posibilitan que yo comprenda que este cuerpo es mi cuerpo.
La relación entre ambas sustancias es un problema. Primero, porque la separación que establece es radical al concebirlas como dos sustancias diferentes que poseen atributos distintos: el pensamiento y la extensión. En segundo lugar, porque es plenamente consciente de la estrechísima relación entre ambas. Descartes nos dice que el alma y el cuerpo están más unidos que el piloto y el barco; están tan unidos que es como si formaran unja misma cosa. El entendimiento concibe inicialmente mi cuerpo como un cuerpo más; son los sentimientos de dolor, de sed, de hambre, etc. Los que posibilitan que yo comprenda que este cuerpo es mi cuerpo.
¿Cómo
explicar esta estrecha relación? Descartes nos explica que en el centro, en la
parte más baja del cerebro se encuentra una glándula, llamada pineal, que es
donde tendría lugar la interacción cuerpo-alma. Esta explicación es claramente
insatisfactoria y está considerada como uno de los puntos más débiles de la
filosofía cartesiana.
Las pasiones son percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y que afectan al alma, pero cuyo origen es el cuerpo y son causadas por las tendencias del cuerpo. Las pasiones se caracterizan por ser:
Las pasiones son percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y que afectan al alma, pero cuyo origen es el cuerpo y son causadas por las tendencias del cuerpo. Las pasiones se caracterizan por ser:
a)
Involuntarias, pues no dependen del alma racional, sino que se le imponen a
ella.
b) Irracionales, pues no son acorde con los dictados de la razón, obligando a la voluntad a establecer una lucha para someterlas a su control.
b) Irracionales, pues no son acorde con los dictados de la razón, obligando a la voluntad a establecer una lucha para someterlas a su control.
La fuerza
del alma consistirá en tratar de controlar y dirigir las pasiones. Para
Descartes las pasiones no son siempre malas, pero exige que sean satisfechas de
forma inmediata. En realidad, las pasiones no son en sí ni buenas ni malas, lo
bueno o malo es el uso que se haga de ellas, por lo que se ha de aprender a
gobernarlas. La razón es la encargada de proporcionar el conocimiento y los
juicios para que la voluntad pueda conducir adecuadamente las acciones de la vida.
En esto Descartes sigue las enseñanzas de los estoicos, según los cuales había
que estar por encima de la violencia de las pasiones para alcanzar el
equilibrio interior y la paz del espíritu. En esta lucha por controlar y
encauzar las pasiones es donde interviene la libertad.
La libertad
es la capacidad de elegir entre diversas opciones que se nos presentan. Ahora
bien, la libertad no consiste en la indiferencia. La indiferencia se debe a la
ignorancia del entendimiento. Sólo cuando el entendimiento tiene ideas claras y
distintas sobre lo bueno, lo verdadero y lo falso, la voluntad puede elegir con
plena libertad. Porque la libertad consiste precisamente en que la voluntad
elija aquello que el entendimiento le presenta con claridad y distinción como
lo bueno y lo verdadero. La libertad, pues, consiste en el sometimiento de la
voluntad al entendimiento.
Para Descartes la libertad sólo puede residir en el alma, porque al no ser sustancia extensa no está sometida al dictado de las leyes necesarias de la mecánica.
El alma tiene dos funciones: el entendimiento y la voluntad. El entendimiento es la facultad de pensar, de tener intuiciones de las verdades claras y distintas. La voluntad es la facultad de afirmar o negar, y Descartes la identifica con la libertad.
Para Descartes la libertad sólo puede residir en el alma, porque al no ser sustancia extensa no está sometida al dictado de las leyes necesarias de la mecánica.
El alma tiene dos funciones: el entendimiento y la voluntad. El entendimiento es la facultad de pensar, de tener intuiciones de las verdades claras y distintas. La voluntad es la facultad de afirmar o negar, y Descartes la identifica con la libertad.
La voluntad,
al ser la facultad de afirmar o negar, a veces afirma con precipitación la
realidad y verdad de alguna idea del entendimiento cuando ésta es confusa,
mientras que otras veces, por prevención, niega una idea clara y distinta. El
tema central respecto a la voluntad es la libertad, porque incluso la
posibilidad de erro es derivada de la libertad.
Descartes sostiene que la existencia de la libertad es algo evidente, y es además la máxima perfección del hombre. La libertad es, pues, la característica esencial de la voluntad y es ella la que nos puede llevar a la verdad o al error, al bien o al mal, según cómo la utilicemos.
Descartes sostiene que la existencia de la libertad es algo evidente, y es además la máxima perfección del hombre. La libertad es, pues, la característica esencial de la voluntad y es ella la que nos puede llevar a la verdad o al error, al bien o al mal, según cómo la utilicemos.
Redacción de Julio Herrero Colomina revisada
http://faustifilo2.blogspot.com.es/2007/12/la-moral-cartesiana.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario