La sabiduría
popular dice que el éxito en la vida depende de dos ingredientes: inteligencia
y afán de triunfar, pero que el primero fracasa sin el segundo: lo importante
es la voluntad.
Los
expertos en educación han trasladado esa misma escala de valores tradicional al
estudio, y aseguran que para aprender es mucho más importante la voluntad que
nuestra capacidad mental. Cualquier ser humano que sepa leer es capaz de
aprender. Es cierto que algunas personas parecen haber nacido dotadas para el
estudio, ya que asimilan y retienen los datos más rápidamente que otras, pero
en general aprender es, simplemente, una cuestión de disciplina y de tesón Incluso los superdotados físicos no
conseguirían ni un triunfo deportivo sin
muchas horas de entrenamiento y esfuerzo. Aprender es sencillo, sólo hay que
proponérselo. Y para empezar, nada mejor que establecer cuáles son tus prioridades.
¿Qué es lo que necesitas?
1. ESTAR EN BUENAS CONDICIONES FÍSICAS
"Mens
sana in corpore sano". Cerebro y cuerpo forman el mismo conjunto, y cuando estamos enfermos o débiles perdemos
capacidad para pensar. Las dietas que nos desequilibran o los excesivos
trasnoches que nos agotan impiden estudiar. Hay que seguir una alimentación
suficiente y racional, y practicar un ejercicio físico moderado, como mínimo
pasear. Es imprescindible dormir una media de 8 horas, porque durante el sueño
el cerebro procesa la información y se fortalece.
2. TENER
LAS IDEAS CLARAS
El primer
paso al disponerte a estudiar es motivarte,
poner toda tu energía en el empeño de
aprender. Conviene que te fijes unos objetivos, dividir el empeño general de
aprender en etapas más pequeñas. Ten un buen nivel de autoestima: incluso
cuando alguna asignatura se te atraviese, debes confiar en ti. Robustece tu
sentido de superación: cuando te gane el desánimo lo mejor es pensar en las ventajas y el progreso social que
conseguiremos con nuestro esfuerzo. Cada día, al ponerte a estudiar, repasa lo
aprendido el día anterior, comprobarás lo que realmente has avanzado.
Concéntrate poniendo los cinco sentidos en el estudio. Domina las emociones:
tensión, angustia y ansiedad van unidas al estudio, pero te restan energía y
concentración. Supéralas destensando tu cuerpo.
3.
DISPONER DE UN LUGAR ADECUADO
Es importante estudiar siempre en el mismo sitio porque la familiaridad con el
entorno ayuda. Crea tu propio espacio cerca de una ventana, instala una mesa
grande para distribuir apuntes, libros... Es importante el orden en tu mesa
para que no pierdas el tiempo. El frío nos impide concentrarnos y el calor nos
agota, lo ideal es conseguir unos 18 ó 20º grados.
Como estar
más cómodo.
· Si tu mesa es menos de lo que necesitas completa
tu espacio con una pequeña mesa auxiliar
o una banqueta donde colocar cosas.
· Si tienes que estudiar con luz artificial usa bombillas que no den
reflejos.
· Coloca las lámparas a tu izquierda si eres diestro y a la derecha si eres zurdo, para que no tapes el foco.
· Coloca las lámparas a tu izquierda si eres diestro y a la derecha si eres zurdo, para que no tapes el foco.
· Usa una silla cómoda y atriles para no tener que
agachar el cuello. Una mala postura disminuye las horas de rendimiento.
Lo que nunca debes hacer
1. Dejarlo todo para el último momento e intentar preparar
un examen en uno o dos días, a base de
horas restadas al sueño.
2. Estudiar sin realizar
pequeños descansos cada dos horas que te permitan relajar tu mente.
3. Dejarte distraer por
las visitas que lleguen a tu casa.
4. Contestar al teléfono
mientras estudias. Pide a tu familia que te coja los recados y, cuando termines,
devuelve las llamadas.
5. Imponte un día
a la semana para expansionarte (haz lo que más te guste: ve al cine ...
) y concentra en él tus citas. ( sábado o domingo)
6. No rompas tu disciplina diaria de estudio
dejándote convencer por los amigos.
4. COMO ESTUDIAR
Cuando se estudia, se dispone generalmente de
media jornada libre para estudiar. Las prisas de ultima hora y el intentar
preparar un examen en unos días te llevarán al fracaso. Organízate para estudiar todos los días y a la misma hora: con la
inercia se rinde mejor . No enfoques tu aprendizaje solo para aprobar un
examen, sino para enriquecerte como ser humano; aprender no es un suplicio, la
cultura te hará mejor persona y amigo, e incluso, un ligue más atractivo a los
ojos de los demás.
5. DISEÑA
TU PROPIO CALENDARIO
Divide las horas de estudio entre las asignaturas (
estudio y actividades) y Cumple con la
planificación,
1) Lee atentamente lo que
tienes que aprender, anotando las dudas o lo que no entiendas para preguntarlo.
Si no comprendes lo que estudias, es imposible aprenderlo.
2) Subraya las ideas
principales.
3) Realiza un
esquema o ficha que, además de obligarte a estructurar mentalmente la enseñanza, te facilitará
repasarla.
4) El resumen es además
un buen ejercicio de emulación de examen. ( se puede hacer oral y con el
esquema delante )
5) Memoriza las lecciones partiendo de las ideas básicas,
luego las podrás desarrollar con toda la literatura que quieras.(La
memorización se hace unos días antes del examen)
6) Repasa el
tema por lo menos una vez, antes de
pasar al siguiente.
7) Autoexamínate en casa, solo o con ayuda de amigos o
compañeros, te ayudará a adquirir rapidez en la exposición y a superar el
nerviosismo que desatará el examen.
Por último,
¿Cómo ganar velocidad leyendo?
Ø Ser rápido al leer nos
permite ganar tiempo para estudiar. Un lector sin práctica asimila cada minuto
unas 100 palabras, mientras uno avezado logra en el mismo tiempo 900 palabras
Existen varias técnicas para aumentar nuestra velocidad de lectura.
Ø Acostúmbrate a leer
todos los días, empezando por textos sencillos hasta dominarlos, y busca luego
textos cada vez más complicados.
Ø Aunque no
conozcamos el significado de cada palabra, hay que concentrarse en el sentido
general del texto.
Ø El vocablo
desconocido debes apuntarlo y consultarlo más tarde en un diccionario, para
comprobar si has deducido su significado por el contexto.
Ø Intenta ampliar el
campo de acción del ojo moviéndolo lo menos posible mientras lees para incluir
mayor número de palabras en cada
desplazamiento.
Ø En una página
cualquiera (un diario, un libro cuenta lo más rápido posible cuántas veces
aparece la preposición
"de" el artículo "un" o cualquier palabra elegida.
Ø No vuelvas nunca sobre
lo ya leído antes de terminar un párrafo completo. Tampoco vocalices las
palabras mientras las lees, ni sigas las
frases con el dedo o con un lápiz.
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